En un rincón mágico de nuestro ser, existe una fuerza ancestral que late con suavidad y poder. Es la esencia de la mujer, un ser maravilloso lleno de misterio, amor y sabiduría infinita. A través de los siglos, las mujeres han sido guardianas de las emociones, portadoras de un vínculo especial con la vida misma. Su ciclicidad es una bendición que nos permite danzar con los ritmos del universo y conectarnos con nuestra esencia más profunda.

Cada mujer lleva en su interior los cuatro arquetipos sagrados que conforman su ser: la doncella, la madre, la hechicera y la anciana. Estos arquetipos se entrelazan en un delicado equilibrio, tejiendo una historia única y hermosa. La doncella, llena de juventud y energía, nos invita a explorar el mundo con ojos de asombro y curiosidad. Es ella quien nos ayuda a descubrir nuestra identidad y nos guía en el camino de la autodescubrimiento.

La madre, con su amor incondicional y su capacidad de dar vida, nos muestra la importancia de nutrir y cuidar. Es en su abrazo cálido y protector donde encontramos consuelo y fortaleza. Nos enseña a amar con ternura y a conectar con el poder de crear, tanto en la maternidad biológica como en la gestación de proyectos y sueños.

La hechicera, con su magia ancestral, despierta en nosotras el poder de la intuición y la sabiduría interior. Es ella quien nos guía en momentos de transformación y nos ayuda a descubrir el potencial oculto en nuestras sombras. Nos invita a explorar el mundo de los sueños, las emociones y las energías sutiles, recordándonos que somos seres multidimensionales.

Y finalmente, la anciana, portadora de la sabiduría acumulada a lo largo de los años, nos invita a mirar hacia adentro y reflexionar sobre el significado de nuestra existencia. Es ella quien nos recuerda la importancia de la experiencia y nos inspira a trascender los límites del tiempo. Nos enseña a abrazar la vejez como una etapa llena de aprendizaje y plenitud.

Pero, para vivir en armonía y plenitud, es fundamental conocer y honrar nuestra ciclicidad. A lo largo de cada mes, nuestros cuerpos y emociones fluctúan en un vaivén de energías que nos conectan con la naturaleza y con nosotras mismas. Desde la dulzura y la sensibilidad de la fase lunar de la menstruación, hasta la energía expansiva y creativa de la ovulación, pasando por la introspección y la renovación de la fase premenstrual.

Al entender y abrazar estos cambios cíclicos, podemos alinearnos con nuestra verdadera esencia y vivir en abundancia. Podemos aprender a escuchar nuestras necesidades emocionales, a cuidarnos con amor y a tomar decisiones desde la sabiduría interior. Podemos construir relaciones auténticas y empáticas, reconociendo y respetando las diferentes etapas que atraviesan nuestras hermanas.

Es por eso que te invito, querida mujer, a embarcarte en un viaje mágico y transformador. El taller anual del arquetipo de la bruja, la mujer sabia, te espera con los brazos abiertos el 8 de julio, online, para explorar juntas los secretos ancestrales que habitan en tu ser. En este espacio sagrado, descubrirás herramientas para conectar con tu intuición, sanar heridas del pasado y despertar tu poder interno.

Este es un llamado a la acción, una invitación para que te atrevas a sumergirte en el océano de tu propia magia. No importa en qué etapa de la vida te encuentres, cada una de nosotras lleva dentro el potencial de transformar su realidad y florecer en plenitud. ¿Estás lista para abrazar tu ciclicidad y vivir en armonía con la abundancia que te espera?

¡Te espero con ansias en el taller del arquetipo de la bruja! Más información en https://www.suszanatdoor.com.ar/taller-el-encuentro-con-mi-poder/. Juntas, descubriremos la medicina de los cuatro arquetipos sagrados y nos convertiremos en creadoras de nuestra propia historia. ¡Que el poder de la mujer se despliegue en todo su esplendor!